El arte es revolución: Ecce-Homo de Borja

No podía pasar por alto esta noticia de hace una semana más o menos, y no dedicarle unas palabras en Truecarte.

Aparentemente, el caso ha tenido multiples funciones. La primera, la que ha cobrado más fuerza, ha sido la de divertir, entretener (sobre todo a los fanáticos del photoshop) y en el peor de los casos, ha servido de mofa para otros.

Otros se han sentido ofendidos con la peculiar restauración y algunos se han permitido afirmar que es intolerable.

                                    

Mi reacción fue la siguiente: vi la noticia, me sorprendí pensando que era una broma. Después indagué un poco más por la red y confirmé que era cierto, entonces pasé a la fase de “no me lo puedo creer” y me resultó gracioso. Y por ultimo, dejando de lado los problemas personales que ha tenido “la restauradora”, comprobé el fenómeno mediático que estaba suponiendo y progresivamente he pasado de culpar a Cecilia a admirar su obra, que no su trabajo. Porque si pensamos en el trabajo bien hecho, está claro que no lo está, pero y ¿si lo miramos desde el punto de vista de una obra de arte?

Recuerdo hace unos años estar viendo el telediario con mi padre, el cual, alguno de sus ratos libres los dedica a la pintura, y salió un reportaje sobre una exposición en un importante museo. El pintor no lo recuerdo, pero los cuadros si: eran dos lienzos, uno pintado todo de blanco (sin más) y el otro de azul cielo con una ralla negra de lado a lado. Lo grave de esto, es que la gente pagaba por ver aquello, admiraban al pintor y a su obra y a nadie le asombraba… es más, era reconocido. Bueno, a mi padre si, que no paraba de repetir “¿y eso es arte?!!”

Pues si, es arte Papá, desde el primer momento en que el pintor cogió un pincel, tuvo una idea y la llevó a cabo, y es una obra de arte desde el instante en el que alguien lo vió y no pudo dejar de mirarlo, desde que una persona se sintió atraída, no sabemos si para bien o para mal, y esa obra le hizo pensar y sentir algo.

Con todo esto quiero explicar mi teoría de porque el Ecce-Homo de Cecilia Giménez me parece una obra de arte. Ha supuesto una revolución en el arte, pintores, restauradores, padres que pintan, personas de todo tipo, clase social, de todo el mundo… han admirado la obra y les ha trasmitido algo, bueno o malo, risas o desconcierto, alegría o pena… pero ha cumplido la función principal de una obra de arte: Trasmitir, llegar al observador y perdurar en el tiempo, características que jamás hubiera imaginado el verdadero autor del Ecce-Homo que según he leído por ahí lo pintó en 2 horas…

Gracias a Cecilia Giménez tambien hemos podido comprobar que Pedro Almodovar es un visionario y así lo plasmó en "Mujeres al borde de un ataque de nervios"....

Por supuesto, si lo valoramos como un trabajo de restauración… lo quemaríamos en una hoguera. Pero una vez hecho, disfrutémoslo. Como lo ha hecho el alcalde de Borja registrando la marca Ecce-Homo, como lo ha hecho el pueblo de Borja en si disfrutando de sus visitantes y el aumento de su turismo y como consecuencia dinerito y trabajo. Como lo han hecho algunos famosos, utilizándolo para promocionarse… valorémoslo como una posible excursión en familia un fin de semana de estos.

Las Nancys Rubias y el Ecce-Homo

Veo a Cecilia como una mujer dispuesta a hacer algo productivo, algo que muchos deberian imitar... que arriesgó porque alguien tenía que hacerlo y ella estaba disponible y no se lo pensó. Me consta que lo ha pasado mal con todo esto, pero es porque todavia no se ha dado cuenta de que ha hecho algo grande en tiempos bajos. Y un ejemplo de esto, es su club de fans en facebook, creado desde el respeto a Cecilia.

 El arte es revolución y Cecilia Giménez con su Ecce-Homo lo ha conseguido.

    Gracias por leerme!